FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
Guía de predicación octubre 20 al 26 – 2025

ODRES NUEVOS PARA EL NUEVO VINO QUE SALVA

(Mt 9,14-17)

Objetivo

Reconocer la necesidad de cambiar decididamente nuestra vieja forma de pensar y de vivir, para poder recibir la gracia que viene de Jesús y su Buena Noticia que es vida nueva, vida plena, vida de resucitados.

Introducción

Para revelar la novedad de su mensaje, el Reino de Dios, Jesús acude a estas pequeñas parábolas de los odres y del vestido nuevo.

A la pregunta de los discípulos de Juan sobre por qué no ayunan los discípulos de Jesús, él responde “¿Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Y es que Juan Bautista, sus discípulos, como los fariseos, practicaban ayunos por propia iniciativa para apresurar con su piedad la venida del Reino, no quieren darse cuenta de que El Reino ya está entre ellos, Jesús ya se lo había dicho (Lc 17,21) pero sus mentes cerradas no querían ver.

Así que Jesús les hace comparaciones para hacerles caer en la cuenta de su torpeza.

No pueden estar tristes los invitados a la boda. La alegría a la que se refiere Jesús (Cf v 15) es el gozo mesiánico que nos debe acompañar a todos por haber sido salvados, un gozo que ha de permanecer vivo en los discípulos y en todo creyente para que seamos capaces de comunicarlo; apartarnos de la tentación de mantener el viejo vestido y los odres viejos, incapaces de manifestar al mundo de hoy la novedad y la frescura de la Buena noticia y de Jesús. Solo aquellos que estén dispuestos a romper definitivamente con esa vieja mentalidad podrán gozar de la novedad de Jesús su Buena Nueva.

Israel y sus instituciones representan los odres viejos incapaces de contener el vino nuevo (Jesús y el Reino de Dios). La buena noticia requiere mentalidad nueva, corazones transformados, capaces de acoger la nueva alianza, el mensaje de Jesús y su presencia entre nosotros.

Jesús está pidiendo odres nuevos. La gran novedad (el vino nuevo) es la persona de Jesús y su mensaje, pero para recibirlo hacen falta personas con un nuevo espíritu y una mente abierta al cambio. (Metanoia) (odres nuevos)

El hecho de utilizar nuevos odres para vino nuevo o un remiendo nuevo en un viejo vestido nos está hablando de que no se trata de reformar la vida que llevamos haciendo pequeños cambios, sino de una transformación total dejando atrás viejas creencias, predisposiciones y paradigmas que bloquean la gracia divina e impidiendo la renovación total de vida.

Por ejemplo:

  • Creer que conseguimos la salvación por nuestras propias obras o por el mero cumplimiento de normas. (Mt 7,21-23)
  • Usar a Dios para nuestro propio beneficio, pensar que Él está para facilitarnos la vida. 
  • No basta con no hacer el mal a alguien, hay que amar y hacer el bien a los demás siempre. (Mt 7,12)

Conclusión

Escuchamos a Jesús diciéndonos "han oído que se dijo, PERO yo les digo…" para establecer un estándar de comportamiento moral y espiritual que va más allá de lo ya establecido, como amar al prójimo como Él nos amó y amar a los enemigos y a los que nos persiguen. Esto requiere un cambio total en nuestra estructura mental, apertura de corazón y una actitud humilde frente a la Novedad de Cristo

Podemos concluir con san Pablo cuando nos dice en 2° Cor 5,17:

Por tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, pasó lo viejo, todo es nuevo”.

Que esta verdad nos inspire a vivir una vida más profunda y significativa en Cristo y que podamos ser transformados por la renovación de nuestra mente. (Rom 12,2)

Taller

  •  ¿Qué viejas formas de pensar, creencias o prevenciones debo cambiar para acceder al Reino de Dios en mi vida?
  • ¿Qué pasos voy a dar para vivir una vida más conforme a las enseñanzas de Jesús?