Camino a la contemplación
Por: Germán Salgar

Silencioterapia

Nos enseñaba el padre Gallego que “la contemplación es una práctica que combina elementos básicos de la relajación física junto a una meditación simple. La conjugación de estas dos disciplinas, relax-oración, dinamiza sus efectos particulares generando en la persona una paz interior que conlleva a la autorealización y redunda en un gozo profundo y un sentimiento general de plenitud.
Pero para comenzar recalca: “Es fundamental tener en cuenta que el objetivo prioritario de la oración consiste en abrir el corazón a Dios para que Él reine en la persona”. El mismo Jesús de Nazareth nos revela en Mt. 6, 5-8 el camino para dejar desplegar en nosotros ese reinado de Dios: "…cierra la puerta, ora en lo secreto… no repitan palabras inútiles… no hagan como los paganos que se imaginan que cuanto más hablen, más caso les hará Dios".
La contemplación consiste pues en el silenciamiento de la mente, buscando acallar toda clase de pensamientos e ideas para entrar en un “silencio expectante a través del cual podremos escuchar la manera como Dios nos habla.”. No se trata de reflexionar sobre alguna cosa; "saber que estamos a la espera de Dios es la actitud de esta oración".
Recomendación final: 20 minutos en la mañana y otros 20 en la tarde, todos los días. “Únicamente así, nuestro Ser irá percibiendo con mayor claridad esa Presencia que en todo momento nos acompaña”.
Después de estas y otras explicaciones y motivaciones, el padre Jairo nos condujo a la primera experiencia de 20 minutos de contemplación en absoluto silencio, que para muchos fue un abrebocas que esperamos nos lleve a subir otro peldaño en nuestra espiritualidad.
