COMUNIDAD HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
GUÍA DE PREDICACIÓN - Julio 17/ 2013
EL ROPAJE DEL AMOR DE DIOS
Objetivo
Profundizar al menos un poco más en el lenguaje Bíblico cuando nos habla del vestido, para entender qué es lo que nos pide el Señor a través de esta figura retórica.
Desarrollo
En el lenguaje bíblico las vestiduras están muy ligadas a la persona, en cierto sentido manifiestan su interioridad. (Ez 42,14) En sentido metafórico se llama vestido las obras de cada uno; cambiar de vestido es cambiar de costumbres. Lavar las vestiduras es ponerse en las debidas condiciones, y las vestiduras blancas significan alegría. (Ecles 9,8 En toda sazón sean tus ropas blancas y no falte ungüento sobre tu cabeza) Rasgar las vestiduras significa perder la alegría, la paz; es señal de luto o indignación. (Gn 37,29), ( Esd 9,3)
Baruc 5,1-4 nos dice: “Jerusalén, quítate el vestido de luto y aflicción y vístete para siempre con las galas de Dios. Envuélvete en el manto de la justicia divina y adorna tu cabeza con la gloria del Eterno. Porque Dios mostrará tu esplendor a toda la tierra y te dará para siempre este nombre: paz en la justicia y gloria en la piedad”.
Estar vestido, es estar en condiciones para realizar las obras buenas. Estar desnudo es no tener las condiciones para hacer el bien; es estar como transparente delante de Dios. La persona puede “revestirse” de gloria, de fuerza, de justicia y majestad. (Zc 3,3-4)
Cuando el novio extiende la orla de su manto sobre la novia (Dt 23, 1; Rut 3,9), significa desposarla, es como si la cubriera de su propia gloria. La Gloria de Dios es el mismo Dios, o su manifestación a los hombres, su poder Salvador. “Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu hijo, para que tu hijo te glorifique a ti” (Jn 17, 1). Glorificar a Dios es honrarlo, reconocerle y alabarle con palabras y con hechos. Es decir: que Dios se glorifica en mí y yo lo glorifico a él.
Mt 17,2 “Y se Transfiguró delante de ellos, su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz”. Jesús lleva a sus discípulos (Pedro, Santiago y Juan) a la cima del monte tabor para que contemplen su Gloria, reflejando lo espiritual de una manera adecuada a la naturaleza humana. Visión de la misma divinidad que está reservada en la vida eterna para los limpios de corazón. Jesús fue honrado y Glorificado por Dios Padre y con su sublime voz deja entrever la divinidad de su Hijo. El cristiano está invitado a revestirse de Cristo, pues Cristo mismo es nuestra vestidura adecuada para entrar en el Reino y gozar del esplendor de la gloria eterna.
Citas Bíblicas de apoyo: Ap 3,5 – Ap 7, 9. 13-14 - Ap 22,14