FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
GUÍA DE PREDICACIÓN – noviembre 18-23 de 2024
CUIDAR CON TU PRESENCIA AMOROSA
Quinta obra de misericordia, visitar a los enfermos
Lucas 10,25-37
OBJETIVO
Recordar que como bautizados estamos llamados a ser auténticos prójimos de nuestros hermanos enfermos ejerciendo el mandamiento del Amor
DESARROLLO
En esta quinta obra de misericordia corporal, el Señor nos invita a un gesto de grande humanidad: el compartir con quien está enfermo y en soledad; un poco de compañía, es una óptima medicina; una sonrisa, una caricia, un apretón de manos, son gestos simples, pero muy importantes para quien pueda estar sintiéndose solo o vulnerable por estar enfermo.
Es una obra de voluntariado impagable, cuando es hecho en el nombre del Señor. Visitar a los enfermos viene del mismo Jesucristo, con su ejemplo acogía y curaba a muchos que encontró a lo largo de su vida. Después, con sus palabras, al recordarnos que quien visita a un enfermo visita al mismo Cristo (Mt 25,43-45).
La vida de Jesús, sobre todo en los tres años de su ministerio público, fue un incesante encuentro con las personas. Entre ellas, un lugar especial lo han tenido los enfermos, paralíticos, ciegos, leprosos, endemoniados, epilépticos y enfermos de todo tipo. Se hizo cercano a cada uno de ellos y los sanó con su presencia y su fuerza sanadora, no solo de las enfermedades del cuerpo, sino también del alma.
San Lucas nos enseña que estamos llamados a ser buenos samaritanos y a hacernos prójimos, acercándonos y dando a cada uno según su necesidad.
1. La Importancia de la Empatía y la Compasión
La parábola nos enseña que la compasión no reconoce fronteras ni prejuicios. A través del acto desinteresado del samaritano hacia el hombre herido, debemos reconocer que el amor al prójimo va más allá de las etiquetas sociales, religiosas, etc. Quien abre el corazón a la persona que sufre y le tiende la mano sin discriminación, honra el mensaje del Maestro. No basta con ser sensible y sentir compasión, hay que actuar. «Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas y cumplid así la ley de Cristo». (Gál 6,2)
2. El Desafío de la Verdadera Religiosidad
La parábola también desafía nuestra noción de lo que puede llegar a ser religiosidad sin Dios. Es una fe vacía, sin obras, centrada en el cumplimiento de normas externas en lugar del amor genuino. Jesús nos llama a una fe activa, que se manifiesta en acciones concretas de amor y servicio hacia los demás. «Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta». (Sant 2,17)
3. La Importancia de la Acción concreta
A menudo nos encontramos con personas que necesitan ayuda ya sea física, emocional o espiritualmente. En lugar de pasar de largo, debemos estar dispuestos a detenernos y ofrecer nuestra ayuda de manera práctica. «Y de hacer el bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque esos son los sacrificios que agradan a Dios». (Heb13,16)
4. Romper Barreras y Prejuicios
En un mundo dividido por diferencias de raza, religión, nacionalidad y la misma ley hecha por hombres, el llamado de Cristo es claro: amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, sin importar quiénes sean. «Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús». (Gál 3,28)
CONCLUSIÓN
El llamado de Jesús es a la acción y la compasión, a mirar más allá de nuestras propias preocupaciones y a responder a las necesidades de los demás con amor y generosidad. El mensaje del Amor y del servicio que nace de ese amor entrañable y que acompaña al otro, va más allá de los propios miedos o de los planes personales. Al vivir los principios de esta parábola, no solo honramos el mensaje cristiano, sino que también transformamos nuestro mundo en un lugar más compasivo y solidario.
TALLER
- ¿Sabías que al visitar un enfermos estás visitando al mismo Jesús?
- ¿Qué te pide a ti el Señor, con esta obra de misericordia?
TEXTOS DE APOYO
(Rom 13,10); (Eclo 7,35); (Jn 11,1-6); (Mc 16,18) (Sal 41) (Mt 5,7) (Lc 4,39)