Fundación Hombres y Mujeres de Futuro
Guía de predicación - Marzo 17 al 22, 2025

UNA DEUDA DE GRATITUD CON QUIENES NOS DIERON LA VIDA

VALORA Y HONRA A TUS PADRES

Cuarto Mandamiento de la Ley de Dios

Dt. 5,16

Objetivo

Valorar y honrar a los padres de familia como un deber de amor y gratitud por quienes dieron lo mejor de ellos mismos para cuidar y sacar adelante a sus hijos.

Introducción

El cuarto mandamiento encabeza la segunda tabla de los mandamientos de la Ley de Dios, que van dirigidos al deber y la caridad particular de la vida del prójimo.  Dios quiso que después de Él, honrásemos a nuestros padres, a quienes les debemos gratitud por el regalo de la vida. (CIC # 2197)

Este cuarto mandamiento se dirige de forma particular a los hijos en su relación con sus padres y también a las relaciones de parentesco familiar con sus abuelos y antepasados, como también al respeto en la relación de los alumnos con los maestros, de los empleados con sus patrones, los ciudadanos con la patria (CIC # 2199).

Es el único mandamiento que contiene una promesa o recompensa: “Honra a tu padre y a tu madre, tal como el Señor tu Dios te lo ha ordenado, para que vivas una larga vida y te vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios” (Dt. 5, 16) Vivir este mandamiento trae consigo, frutos espirituales, de paz y prosperidad.

Enseñanza

Dentro del proyecto de Dios al crear al hombre y la mujer, instituye la familia como un don preciado para todo aquel que decide unir su vida en el vinculo matrimonial; de esta unión vienen los hijos como las más ricas bendiciones de Dios (Sal. 127, 3).

Y es aquí donde el papel de los padres es fundamental en la educación moral y espiritual de los hijos, además de darles la vida, amor, respeto y todo lo necesario para su crecimiento integral como personas.

Les corresponde a los hijos cumplir con unos deberes especiales con sus padres:

  • El primer deber es el respeto, que está nutrido por el afecto natural del vínculo que los une; este respeto también se da por la gratitud para quienes le dieron la vida, amor y todos los cuidados necesarios para su crecimiento personal. (Eclo. 7, 27-28)
  • La obediencia, que trae muchos frutos de bendición:
    • Es justo y agrada al Señor, contribuye a vivir en santidad. (Col. 3,20)
    • Trae felicidad y gloria (Prov. 13,18)
    • Enseña disciplina y forja personas de bien durante toda la vida. (Eclo. 6,18)
    • Mientras el hijo vive en casa de sus padres, debe obedecer todo lo que estos dispongan para su bien o el de la familia.
  • Cuando los hijos son mayores de edad, su deber y responsabilidad con sus padres es ayudarlos material y moralmente en los años de vejez, durante sus enfermedades y en los momentos de soledad. (Eclo. 3, 12-13; 16)

Cómo honrar a padre y madre

  • No juzgándolos por sus errores, al contrario, reconocer sus sacrificios y esfuerzos, otorgándoles un perdón sincero y de corazón.
  • Valorar su rol en nuestra vida, dándoles las gracias porque nos dieron la vida.
  • Escucharlos, obedecerlos y prestarles atención, ya que su experiencia de vida es una luz para no cometer los mismos errores en la vida.

Conclusiones

v  Fue un querer de Dios cuando le dio los Mandamientos a Moisés, poner un mandamiento especial que hablara del amor de los hijos con sus padres, ya que hace parte del plan divino que tuvo Dios al constituir la familia, como la Iglesia doméstica donde se forjan los valores cristianos, espirituales y humanos.

v  Los hijos que valoran a sus padres, los respetan y los honran, no tendrán remordimiento cuando ellos mueran, su recompensa será una vida larga, prospera y llena de felicidad.

Taller

v  Haz una lista de todas las cosas por las cuales tienes que agradecer a tus padres.

v  ¿Con qué otras acciones (además de las mencionadas) podemos honrar a nuestros padres?

Textos de apoyo: Eclo. 3, 1-16; Ef. 6; 1-3; Mc. 7, 8-13