FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
Guía de predicación - Julio 14 al 19 – 2025
JUBILEO 2025
“Camino de Purificación – Novenario Jubilar”
Tercer tema
APETITOS DESORDENADOS, UN OBSTÁCULO PARA LA FELICIDAD EN DIOS
¡Nadie se engañe! Si alguno entre vosotros se cree sabio según este mundo, hágase ignorante, para llegar a ser sabio; pues la sabiduría de este mundo es necedad a los ojos de Dios…el Señor conoce cuán vanos son los pensamientos de los sabios. (1 Cor. 3, 18-20).
Objetivo
Reconocer los apetitos desordenados en nuestra vida y proporcionar herramientas y estrategias para superarlos eficaz y efectivamente.
San Juan de la Cruz nos invita a una salida espiritual, olvido de las cosas y salir de sí mismo y todo por amor a Dios: “Y si el alma sale de sí misma, por olvido de sí, es para ir a buscar al Amado”. La fuerza para salir de sí es la fuerza del amor. Es Dios en su Espíritu el que está detrás de todo.
El alma (La persona) es como un recipiente y a lo largo del camino irá vaciándose de lo que no es Dios, para llenarse de lo que sí es Dios; entre más avanza en su viaje a la unión, crecen las visitas que Dios le hace y aumentan la comunicación y el amor entre el orante y el Amado. “Entrará en el alma vacía y la llenará de bienes divinos”.
¿Qué son los apetitos desordenados?
- Deseos descontrolados que no están alineados con la voluntad de Dios.
- Son pasiones que nos alejan de la vida interior y la virtud.
No mortificar los apetitos tiene consecuencias graves
1) Privan a la persona del Espíritu de Dios, haciéndola incapaz de la unión divina;
2) Causan tormento, cansancio y debilidad en el alma, dificultando la práctica de la virtud;
3) Oscurecen y ciegan la inteligencia e impiden que perciba la verdadera naturaleza de Dios, que perciba verdades espirituales o participe plenamente en la unión divina.
4) Debilitan la voluntad de la persona, la hacen tibia en la virtud, atormentan al individuo a través de deseos insatisfechos,
5) Contaminan y corrompen el alma, disminuyendo su pureza y semejanza a Dios. Puedes, entonces, vaciarte de viejas seguridades humanas, apego a las cosas, al poder, tener, placer, juzgamiento, envidia, falta de amor, codicia, egoísmo, apatía, desinterés, orgullo, charlatanería, impaciencia, mal genio, mentira, lujuria, pornografía.
Puedes superarlas, hacerles frente, esquivarlas, rodearlas o pasar de largo. Es tu decisión. El Dios que te creó sin ti, no te va a salvar si ti. (San Agustín)
Estrategias para superar los apetitos desordenados
Hay dos actitudes que debes cultivar para purificarte: la disciplina interior para dominar los deseos y pasiones y el crecimiento en humildad (regocijarte con las cosas buenas de los demás como si fueran propias, deseando que otros sean preferidos a nosotros mismos en todos los aspectos).
Debes hacer purificación de la memoria (superando los viejos rencores del pasado, para que no haya miedo del futuro). El final del viaje será una nueva primavera en Libertad, una unión con Cristo mucho más íntima. Es dejarte llevar a Dios, progresar en el camino del encuentro.
Pasos para purificar los apetitos
“No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre”. (Mt 15, 11).
Reconocer los propios apetitos desordenados, practicar la humildad y la aceptación de la voluntad divina, realizar ejercicios de autodominio y oración, desapegarte de los bienes terrenos y apetitos pecaminosos, buscar la unión con Dios en la austeridad (sencillez, sobriedad, ausencia de lujos) y la oración constante.
Dinámica de reflexión
La verdadera unión con Dios sólo se puede lograr, vaciándose de todo deseo, excepto el deseo por Él.
Tiempo de silencio para meditar sobre las propias inclinaciones y pedir ayuda del Espíritu Santo.
Responde estas preguntas:
1. ¿Suavizas los pecados dando mil vueltas para justificarlos?
2. ¿Hay en ti un deseo más o menos consciente o encubierto de ser tenido por santo?
3. ¿Exageras tus virtudes y luces, con el fin de presentar la mejor cara posible para ser estimado y reconocido por otros?
4. ¿Recurres a la mentira para salvaguardar una buena imagen ante el grupo o alguna persona en particular?
5. ¿Sientes que le das más importancia a saciarte de doctrina, leer muchos libros espirituales y dedicas menos tiempo a la mortificación de los apetitos y a perfeccionar la pobreza o humildad interior y poco tiempo das a la contemplación de la Cruz de Cristo?
Escribe en una hoja los apetitos desordenados que deseas purificar
¿Qué obstáculos has tenido para ordenarlos?
Realiza una oración de entrega y purificación, pídele a Dios que te purifique.
¿Cómo puedes aumentar tus tiempos de diálogo con Dios para él te ayude a desapegarte y entres en la plenitud del amor con el Amado?
Conclusión
La purificación de los apetitos desordenados es vital para obtener la vida ofrecida por Jesús. Superarlos será nuestra tarea de la mano del Espíritu Santo.
“Conmigo están las riquezas y la gloria, la fortuna sólida y la justicia.
Mejor es mi fruto que el oro, que el oro puro y mi renta mejor que la plata acrisolada-
Yo camino por la senda de la justicia, por los caminos de la equidad.
Para repartir hacienda a los que me aman y así llenar sus arcas”. (Prov 8 18-21).
Nota: En la Eucaristía diaria durante este novenario jubilar, déjate purificar en la Sangre del Cordero.